martes, 1 de mayo de 2007

En el día del trabajador: Nadie sabe para quien trabaja


Aprendí ese juego de cartas como a lo 7 años quizás, me lo enseñó mi madre. Recuerdo que me encantaba jugarlo… ¿por el gusto a impredecible? ¿por el viento que se siente en la cara cuando nos roza el azar? En este juego, más que del triunfo o de la derrota, se aprende de la fugacidad. Me atrae reconocerme en mis gustos de niña.
Este tiempo me he visto desde afuera siendo una carta y un jugador de ese juego.
El amor parece no tener propiedad privada, o quizás existe hasta que ese par de cartas o eso que se poseía, pasa a pertenecer a otro jugador.
El espíritu se alimenta del ser amado, y todo sigue bien mientras el espíritu re-alimenta al ser amado, pero de pronto, en ‘otra vuelta del espiral’ otro jugador aparece con el mismo número de la carta que encabeza el montón acumulado… bebe de ese espíritu renovado y luego exhibe en el espacio exterior un renovado montón de cartas, con la cara de una nueva carta, y así sucesivamente… La carta que encabeza el montón es la cara y el cuerpo que sigue transcurriendo en el espacio, visible para cualquiera que se cruzará y de pronto dejará de ser cualquiera porque anda con una cara parecida, que hará un nuevo par… Nadie sabe para quien trabaja.
- Mamá: ¿juguemos al ‘nadie sabe para quien trabaja’? -

PD: escribiría otra cosa acerca de este día también, pero la tentación me condujo por acá. De la motivación inicial, al menos quiero expresar que todos los periodistas deben detenerse y corregir su expresión: no es “el día del trabajo”, es “el día del trabajador”. Y ojo, hace 100 años fue la matanza de Santa María; en el colegio de Iquique en el que los trabajadores se amotinaron, se encontraron barajas de naipe español…

Mi último diagnóstico: Estrella Sistemática

Anoche en mi querido barrio, me encontré con el divino anticristo y me dijo que me veía rejuvenecida y bien. En enero su impresión fue que estaba en la etapa de 'Chancho Caballo' pero que no me preocupara porque luego llegaría a ser “estrella sistemática”. Pues bien, no sé si se acordaba de ese augurio pasado, pero ayer me dijo que ahora estaba en la vida de “estrella sistemática”, que mucho tiempo fui una princesa del oriente y que ahora me salté como 3 vidas: me salté la de “empleada pública” (¿será porque dejé de trabajar?), me salté la de Harry Potter 1 y 2 y ahora soy estrella; me dijo que eso había ocurrido debido a sus oraciones y a su comunicación con el computador de diosísimo.
¿Cómo incorporo mi nueva condición? ¿Cómo será esto de brillar? ¿A cuantos años luz estaré ahora de la tierra? ¿Cuando será mi cumpleaños? Aún no conozco el centro de la galaxia en la que estoy empezando a orbitar. ¿Será que a veces soy un agujero negro y otras una supernova arrogante?

Además me contó que hay personas que tienen sus vidas pasadas en alfa centauro, que es otra galaxia donde hay otro planeta donde no existen cosas como abismos y acantilados… Ese lugar no me gustó...